Arbitraje

El arbitraje, como institución jurídica, es un medio eficaz alternativo a la Justicia ordinaria que permite la solución de los conflictos entre dos o más partes, en el que un tercero neutro e imparcial, denominado árbitro, resuelva la controversia dictando el laudo (sentencia) de obligado cumplimiento.

Las principales características del Arbitraje son:

  • Igualdad de oportunidades para las partes, tanto públicas como privadas, que inicien el procedimiento.
  • Cumplimiento obligatorio. El laudo (resolución que dicta el árbitro) equivale a una sentencia firme, siendo definitivo y de obligado cumplimiento.
  • Procedimiento rápido, simple y económico, que parte de los mismos principios esenciales de la Justicia ordinaria.
  • Cláusulas arbitrales en los contratos: la existencia de las mismas se hace de vital importancia para prever posibles conflictos.
  • El árbitro: será independiente e imparcial. En todo caso, no podrá mantener relación profesional, comercial o personal con las partes.

Dentro de las controversias susceptibles de someterse al procedimiento arbitral se encuentren enmarcadas en el ámbito civil (sociedades civiles, asociaciones y comunidades de bienes, propiedades horizontales, contratos de servicios profesionales…) en el ámbito mercantil (leasing, renting, factoring, comercio exterior, compraventa mercantil…) y en el ámbito administrativo (justiprecios, indemnizaciones, interpretación de cláusulas de contratos…)